La Iglesia Cristiana Metodista Pentecostal es una institución religiosa evangélica, sin fines de lucro, que tiene por principal objetivo la predicación del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo a todas las personas, cultura o raza, con la finalidad que acepten la fe y práctica del evangelio de Jesucristo. Su labor evangelizadora se extiende a lo largo de nuestro territorio nacional para proclamar el conocimiento de las Sagradas escrituras
Declaración de fe
Creemos en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo como un solo Dios, Santo e infinito, vivo, verdadero y eterno, de sempiterno poder y sabiduría, lleno de bondad y misericordia, omnisciente y omnipresente, creador de todas las cosas visibles e invisibles, como del genero humano. Creemos en Jesucristo, hijo de Dios, Verbo del Padre, verdadero y eterno Dios, auténtico hombre concebido por el Espíritu Santo, a quien según las Sagradas Escrituras le ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra, que todas las cosas están bajo sus pies, que resucito de los muertos y subió al cielo y, que en el día postrero juzgará al mundo. Él es la cabeza de la iglesia, es nuestro Salvador Redentor y Señor, es nuestro abogado y único intercesor entre Dios y los hombres, de su plenitud tomamos todo lo que ha sido revelada divinamente en las Sagradas Escrituras. Creemos en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, que guía, consuela, enseña santifica, edifica, purifica y sella, asimismo constituyéndose en la promesa cumplida para todos los creyentes. Creemos en la inspiración Divina de las Sagradas Escrituras, la Santa Biblia, como la palabra de Dios, única regla de fe y conducta, que contiene todo lo establecido para la salvación. Creemos en el traslado de la iglesia al cielo y en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, como dos eventos distintos, conforme lo enseña claramente las Sagradas Escrituras.
Reseña histórica
En el año 1965 por inspiración del Espíritu Santo movió a un grupo de treinta y ocho hermanos presididos por el entonces hermano Humberto Diaz Marchant, a congregarse con el propósito de recibir la poderosa presencia del Señor y difundir sus grandezas, es así que en un día sábado 17 de abril de 1965, se dieron cita en el comedor de la casa habitación ubicada en calle Igualdad Nº 4690 de la familia Pérez González, para iniciar lo que sería hasta hoy una gran Iglesia. Aquella noche, la casa y su mobiliario, fue cambiado por un improvisado púlpito y bancas de madera, pero con una fuerte presencia del Señor. En los inicios, el hermano Pedro Diaz, presidió por un breve período la congregación, pero movido por el Espíritu Santo, entregó las labores de pastoreo espiritual y administración de la Iglesia a su padre Humberto Diaz Marchant, que siguió con sencillez y con un poderoso respaldo de Dios. El 25 de junio de 1965 en una solemne reunión el Presbítero Víctor Pavez Ortiz, de la Misión Iglesia Pentecostal ungió como pastor al hermano Humberto Diaz Marchant, comenzando sus labores de pastoreo y guía espiritual en la Iglesia de María Elena.